lunes, 30 de octubre de 2023

¿Por qué tenemos emociones?

 ¿Qué son las emociones?

Una emoción es un estado originado internamente que influye en nuestras acciones externas.
Las emociones orientan nuestro comportamiento con el objetivo de aumentar la probabilidad de supervivencia y de garantizarnos bienestar.

Cada una de ellas tiene una función determinada, pero en general, las emociones tienen tres funciones: la función adaptativa, motivacional y la función social o comunicativa.



Las emociones están formadas por tres componentes:

Componentes cognitivos

Se refiere a la forma en la procesamos la información y a la forma en ese procesamiento nos influye a la hora de hacer frente a diferentes situaciones.

Componentes fisiológicos

Referidos a los cambios que ocurren de forma involuntaria en el sistema nervioso autónomo y endocrino. Estos cambios generan variaciones en el ritmo de la respiración, en la presión saguínea, en el tono muscular, dilatación de las pupilas, etc.

Componentes conductuales

Son aquellos que reflejan la emoción en el exterior: el tono de voz, los gestos corporales, la expresiones faciales, etc.


Emociones primarias y secundarias

Dependiendo del autor encontramos de 4 a 6 emociones básicas o primarias: la tristeza, el miedo, la alegría, la sorpresa, la ira y el asco.

Estas emociones son expresiones innatas con una función adaptativa, ya que permiten que reaccionemos de un modo concreto ante la aparición de ciertos estímulos.

Las emociones secundarias son aprendidas y varían en función del aprendizaje y la experiencia de cada persona.
No todo el mundo experimenta celos o vergüenza en las mismas situaciones.
Tienen un carácter de tipo social y en ellas influyen más las variables personales, como el pensamiento, el aprendizaje o la cultura. Entre ellas encontramos: el entusiasmo, la culpa, el odio, los celos, el orgullo, etc.

Las emociones secundarias o adquiridas surgen a partir de las emociones primarias, por lo que enriquecen a estas. Por ejemplo, el miedo puede dar lugar a la incertidumbre o a la preocupación; el asco, al rechazo; la alegría al entusiasmo; la ira al enfado; la sorpresa al desconcierto; la tristeza al pesimismo o a la culpa; etc.

Las emociones y su función.

En este apartado describiré las emociones primarias y sus funciones ya que, como he mencionado anteriormente, las emociones secundarias derivan de las primarias.

Tristeza

La tristeza aparece ante la percepción de una pérdida.
De ella derivan otras emociones secundarias como la soledad, el pesimismo, la decepción o la culpa.
Su función es la reintegración personal, nos motiva pedir ayuda y aumentar los nuestros propios recursos.

Función de la Tristeza
Reintegración

Miedo

El miedo aparece ante situaciones o estímulos de carácter amenazante. Esa amenazada puede ser real o imaginada.
De esta emoción surgen los estados de inseguridad, ,la ansiedad o la incertidumbre.
Su función es protegernos tanto física como psicológicamente.

Función del Miedo
Protección

Alegría

La alegría aparece cuando logramos algo que deseamos.
Genera seguridad, sensación de bienestar y nos lleva reproducir esos comportamientos o acciones que nos hacen sentir bien.
Su función es la de afiliación y reproducción

Función de la Alegría
Afiliación y Reproducción

Sorpresa

La sorpresa se genera a partir de la aparición de un estímulo inesperado.
Genera sobresalto, desconcierto o asombro.
Es la emoción más breve en su duración.
Su función es de exploración y orientación.

Función de la Sorpresa
Exploración y Orientación

Ira

La ira aparece cuando percibimos que algo que queremos o deseamos no sale como esperábamos o cuando percibimos que alguien interfiere intencionadamente en la consecución de nuestros objetivos.
Se relaciona con la rabia, el enfado o la frustración.
Su función es de autoprotección.

Función de la Ira
Autoprotección, Autodefensa

Asco

El asco aparece ante estímulos que nos resultan aversivos.
La función del asco es el rechazo, hace que nos alejemos de aquello que puede resultar nocivo para nosotros: enfermedades, basura, etc.

Función del Asco
Rechazo

Ninguna emoción es positiva o negativa por sí misma, pues en principio aparecen para generar una reacción adecuada ante la situación que afrontamos.

Lo que sí es cierto es que podemos diferenciar entre las emociones que son más deseables experimentar y a las que todos llamamos positivas, debido a la valencia afectiva que esas emociones positivas generan. Y emociones que por su valencia afectiva, son menos deseadas y a las que llamamos negativas.

Sin embargo, esa función primitiva o instintiva que tienen las emociones, puede verse afectada por las variables personales de cada uno de nosotros en función las creencias, expectativas, aprendizajes o formas en las que procesamos la información que nos rodea.

Puede darnos asco un puré, la gelatina o determinados alimentos, texturas o sonidos pero eso no significa que el asco en ese caso nos esté protegiendo de una infección. En este caso el asco aparece por aprendizaje, ya sea porque vimos a alguien enfermar o enfermamos nosotros mismos al comer un alimento concreto, que podría no ser el alimento en sí, sino las condiciones del alimento. En este caso, esa emoción tendría una función protectora pero no adaptativa, ya que estamos trasladando lo que ocurrió en una ocasión por vete a saber realmente qué causa, a la situación presente en la que seguramente, ese alimento no provocara ninguna enfermedad.

En cambio, si nos encontramos con una fruta o cualquier plato preparado al que le ha salido moho, el asco sería completamente normal y cumpliría la función de rechazo que evitaría el consumo de ese alimento y la posible aparición de una enfermedad.

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